Su historia comienza en una protectora de Andalucía. Cuando llegó a nosotros tenía algún problemilla de comunicación, pero con trabajo, esfuerzo y dedicación ha conseguido convivir sin problema con su familia humana de 7 miembros y su familia perruna de 3 miembros. Seguimos trabajando con ella para evitar que siga saltando verjas.

Tras mucho trabajo con él y la aparición de una familia genial, cambió drásticamente su vida y su comportamiento. Al ser considerado PPP es un perro más complicado para ser adoptado, pero Max es un claro ejemplo de que con un buen trabajo se puede convivir sin ningún problema. De hecho, es un perro muy tranquilo.

Es una trabajadora nata, hija de padres dedicados a la competición, muy activa e intensa y a la par muy cariñosa. En casa es una perra muy tranquila.

Es un buen ejemplo de trabajo. En ocasiones hay que dar pasos previos para poder atajar el problema real del perro. Hubo que trabajar su obediencia y la comunicación de su familia hacia ella. Al ser una perra muy activa necesita mucho desgaste, por lo que ha sido clave la implicación de su familia humana. También seguimos trabajando en la gestión de los celos.

Fue abandonada en un centro de protección animal. Hemos tenido que trabajar mucho con ella debido a su ansiedad por la separación que sufrió, pero el trabajo ha dado sus frutos y ahora esta feliz con una familia que es igual de terremoto y aventurera que ella.

​Es una perra mestiza de pastor alemán y husky rescatada de otra protectora. Al tratarse de una mestiza de estas razas, tiene muchísima energía, actitud de trabajo y obediencia. Estamos trabajando con ella su tendencia a tirar a la hora de los paseos y ayudándola a centrarse un poco. Gracias al trabajo está mejorando mucho.